EL ENFOQUE DE LA PAZ BASADO EN EL CEREBRO:
FUNDAMENTO TEÓRICO
La ciencia ha descubierto que la naturaleza tiene una estructura jerárquica. A lo largo del siglo XX, la física ha ido descubriendo sucesivamente niveles más profundos de la realidad física, desde el nivel macroscópico hasta el microscópico, el molecular, el atómico, el nuclear y el subnuclear.
Figura 1: La estructura jerárquica de la realidad física
Esta exploración interna de niveles más profundos y progresivamente más unificados de la naturaleza culminó con el reciente descubrimiento de teorías de campo completamente unificadas basadas en la supercuerda. Estas teorías sitúan un campo de inteligencia único, universal y unificado en la base de todas las formas y fenómenos del Universo. (Ver Figura 1 en la página opuesta).
Estos niveles más profundos de la realidad física no sólo son más pequeños, sino que son cualitativa y profundamente diferentes. Cada nivel más profundo se rige por un conjunto único de leyes físicas; cada uno posee su propia lógica, su propio lenguaje natural, sus propias matemáticas. Hubo que formular teorías físicas completamente nuevas y nuevos marcos matemáticos para describir cada nuevo nivel más profundo de la realidad física: teorías que se conocen como as mecánica cuántica, teoría de campo cuántico y teoría del campo unificado.
De forma similar, se ha descubierto que la mente humana tiene una estructura jerárquica. Existe lo que comúnmente se denomina el “nivel superficial” de la mente, la mente pensante activa en la que la conciencia se dirige hacia el exterior a través de los sentidos macroscópicos. Pero también hay niveles mentales más profundos y silenciosos, en los que la conciencia se dirige más hacia el interior: los niveles del “pensamiento abstracto” y del “sentimiento sutil”.
Los matemáticos han subdividido y codificado con más precisión estos niveles más profundos y expandidos de conciencia – Cada nivel más profundo se rige por su propia lógica matemática. Estos niveles más profundos son progresivamente más expandidos, más amplios, lógicamente más poderosos y cada vez más abstractos. Esta jerarquía en expansión de la comprensión humana culmina en lo que se denomina el Universo de Conjuntos, un nivel completamente trascendental que incluye todos los conceptos de infinito definibles matemáticamente, aún cuando está más allá de ellos1
Figura 2: La estructura jerárquica de la lógica matemática. Los números naturales (o “números para contar”) son el sistema numérico más familiar, concreto e intuitivamente accesible, muy adecuado para las interacciones humanas del día a día. La adición del número “0” (la identidad aditiva) por parte de los primeros matemáticos indios, eleva los números naturales a los números enteros, un marco ligeramente más completo y lógicamente más potente, aunque algo más abstracto. El añadir los números negativos para formar los números enteros da lugar a un sistema que es cerrado bajo la sustracción, en el que la operación de sustracción puede, por primera vez, definirse adecuadamente. El marco matemático resultante, más completo y potente, es adecuado para la contabilización y la mayoría de las demás labores y objetivos prácticos. Los cuatro sistemas numéricos anteriores constituyen conjuntos infinitos del mismo tamaño. Entre dos fracciones cualesquiera hay un número infinito de números “irracionales” que no pueden expresarse como fracciones. La adición de estos números irracionales completa los huecos de la línea numérica y constituye los llamados números reales, o el continuum. Los números reales constituyen un orden superior del infinito que los números racionales, y son la clave para formular el cálculo y para comprender y proseguir las ciencias físicas, como la mecánica clásica.Lo que Albert Einstein, Eugene Wigner y muchos otros encontraron más extraordinario es el paralelismo notablemente preciso entre esta estructura jerárquica de la mente humana y la estructura de la naturaleza física. Citando a Wigner (también conocido como el Padre de la Era Atómica): “La mente humana se adapta a la naturaleza como un guante”. Esta misteriosa conexión entre mente y materia ayuda a explicar por qué la mente humana tiene la capacidad natural de comprender la naturaleza física. (Como dijo Einstein en una ocasión: “Lo más misterioso del Universo es su comprensibilidad por la mente”)
A lo largo de la historia de la humanidad —mucho antes del nacimiento de las matemáticas modernas— ha habido tradiciones contemplativas y métodos meditativos para explorar los niveles más profundos de la mente y, al hacerlo, obtener una comprensión más profunda del Universo. La más antigua y desarrollada de estas tradiciones meditativas —y la fuente de la mayoría de las demás tradiciones importantes— es la ciencia yóguica de la meditación, arraigada en el antiguo
conocimiento védico de la India.
La tradición yóguica desarrolló metodologías sistemáticas para llevar la conciencia profundamente hacia el interior y experimentar niveles de pensamiento más aquietados y expandidos. Este flujo interior de la mente culmina naturalmente en la experiencia de la fuente del pensamiento —la conciencia pura—, conocida tradicionalmente como samadhi. Este estado de conciencia expandida al máximo es la experiencia/realización directa de lo que las matemáticas llaman el Universo de Conjuntos, es decir, la conciencia más allá de la comprensión. En el lenguaje de la física, corresponde a la experiencia consciente directa del campo unificado, la unidad fundamental en la base de la creación.
La ciencia fisiológica moderna ha identificado este estado de samadhi como un cuarto estado principal de la conciencia humana, fisiológica y subjetivamente distinto de la vigilia, el soñar y el sueño profundo. Desde el punto de vista neurofisiológico, esta experiencia está marcada por la aparición de la coherencia global del EEG y el aumento de las ondas alfa, lo que indica un orden máximo del funcionamiento del cerebro y un uso total del cerebro.
Este cuarto estado de conciencia es universalmente accesible hoy en día a través de tecnologías de la conciencia específicas altamente desarrolladas derivadas de la tradición védica. Entre estas tecnologías, el programa de Meditación Trascendental y el programa más avanzado MT-Sidhis de Maharishi Mahesh Yogi son las tecnologías más ampliamente investigadas y practicadas en el mundo para acceder a este cuarto estado – que a su vez conduce a los muchos beneficios fisiológicos, psicológicos, de comportamiento y sociológicos descritos en otras partes de este documento.
El punto científico clave aquí es que cuando la conciencia humana se expande al máximo, cuando la conciencia humana se abre a, y se identifica con, el campo unificado universal e ilimitado, entonces la naturaleza y el alcance de este estado de conciencia es no localizado y transpersonal. En ese nivel fundamental, espacialmente ilimitado y unificado de la realidad, todos estamos, en esencia, unificados: todos estamos íntima e intrínsecamente conectados como un campo universal de conciencia, el campo unificado.
1. Ver Corazza, P. (2010). El axioma del infinito y las transformaciones j: V»V. Boletín de Lógica Simbólica, 16(1), 37-84.